Fue un 8 de marzo de 1857. En plena revolución industrial miles de trabajadoras del sector textil decidieron salir a las calles de Nueva York para manifestarse. Protestaban por las indecentes condiciones de sus puestos de trabajo, por lo que respectaba a sueldo y horarios, pero también para terminar con la explotación infantil.
¿Su lema? Pan y rosas.
Queremos pan y también rosas. El eslógan político tenía su origen en un poema titulado Bread and Roses (1911) de James Oppenheim, que a su vez había utilizado Helen Todd (1870-1953), activista del sufragio femenino y de los derechos de los trabajadores y trabajadoras, educadora, escritora y, finalmente, inspectora de fábricas. A través del pan y las rosas se apelaba a unos salarios justos y unas condiciones dignas, en el trabajo y en la vida.
Aquella fue una de las primeras manifestaciones en las que se reivindicaron los derechos de las mujeres y de las personas oprimidas y también el precedente de una larga lucha, que todavía hoy mantenemos viva. En 1975, para conmemorar esa jornada y todas las que llegaron después, las Naciones Unidas declararon el 8 de marzo Día Internacional de la Mujer.
¿Qué hay del incendio en la fábrica de camisas?
Habitualmente se ha asociado de manera errónea el lamentable incendio que se produjo en la fábrica de camisas Triangle Shirtwaist, también en Nueva York, que costó la vida a 123 mujeres y 23 hombres. Pero en realidad, este accidente tuvo lugar unos cuantos años después de aquella gran manifestación: el 25 de marzo de 1911.
Un cigarrillo mal apagado donde había restos de telas parece que fue el origen de la tragedia. Las trabajadoras y trabajadores (en su mayoría eran mujeres) no pudieron escapar, porque los responsables de la fábrica habían cerrado todas las puertas con llave. Así lo hacían, parece ser, para evitar robos.
Muchas de las trabajadoras saltaron a la calle desde los pisos octavo, noveno y décimo. El resto fallecieron víctimas del incendio. Este hecho motivó la integración de nuevas normas para la seguridad laboral para las mujeres y hombres de todo el país.
Muchos pequeños grandes incendios más
La historia del feminismo no empezó aquí, en absoluto. Muchos otros pequeños grandes incendios ya se habían producido desde tiempos inmemoriales. Y todavía hoy. Las primeras manifestaciones feministas fueron en forma de textos y los encontramos en plena Edad Media. La ciudad de las damas de Christine de Pisan (1405) o Vita Christi (1497), de Isabel de Villena son consideradas obras literarias pro feministas, a las que hay que apuntar necesariamente cuando nos interesamos por la historia de todas las mujeres que nos han llevado hasta aquí.
Para entender la importancia del contexto y seguir avanzando en las luchas de hoy, os proponemos una serie de recursos bibliográficos y cinematográficos que nos parecen imprescindibles para ir en busca de nuestros orígenes. Porque es la información y los apoyos culturales los que nos proporcionan la sapiencia y la libertad necesarias para encarar la lucha.
Recursos para profundizar más en el contexto
Lecturas recomendadas:
- El segundo sexo, Simone de Beauvoir
- La gran historia del feminismo, Séverine Auffret
- Laëtitia o el fin de los hombres, Ivan Jablonka
- Una habitación propia, Virginia Wolf
- Teoría King Kong, Virginie Despentes
- No manipuléis el feminismo, Ana Bernal-Triviño
- El lunes nos querrán, Najat el Hachmi
- Teoría Feminista: De los márgenes al centro, de Bell Hooks
- El feminismo lo cambia todo, Silvia Claveria
- Las pioneras, Rita Levi-Montalcini
Además, os recomendamos estas películas y documentales:
- Maya Angelou: y aún así me levanto (Netflix)
- Feministas: ¿qué estaban pensando? (Netflix)
- Laetitia o el fin de los hombres (Filmin)
- Conociendo a Astrid (Filmin)
- Persépolis (Filmin)
- Una canta, la otra no (Filmin)
- Thelma & Louise (Filmin)
- Las sufragistas (Filmin)
- Las horas (Netflix)
- Gentleman Jack (HBO)
Y para vosotras, ¿cuáles son las obras que más os han inspirado y ayudado a entender el movimiento feminista? No dudéis en recomendar y compartir… ¡así aprendemos!