Siempre nos parece pronto para trabajar la educación sexual y afectiva con los niños, pero la experiencia nos demuestra a familias y docentes que hay que desarrollar una estrategia desde las etapas más iniciales de su vida, también de los 0 a los 3 años, momento en el que todo se inicia a través del descubrimiento y la exploración del propio cuerpo.
En la etapa de 6 a 12 años, en primaria, los niños y niñas ya son un poco más mayores, pero siguen necesitando el apoyo y acompañamiento de maestros y familias. Los niños ya cuentan con un círculo social más amplio, en el que cada vez toman más protagonismo las relaciones entre iguales.
Por si esto fuera poco, al final de esta etapa comienzan una serie de cambios físicos y psicológicos que forman parte del período llamado preadolescencia. Por tanto, es vital que en este momento trabajemos valores tan importantes como la autoestima, el conocimiento, el respeto y la confianza, que serán vitales para establecer relaciones afectivas positivas y detectar, si fuera el caso, relaciones de abuso en el futuro.
Lo que os ofrecemos a continuación son 5 propuestas para cultivar la educación sexual y afectiva en la etapa de primaria. ¡Vamos!
1. Amar: diccionario para disfrutar de la convivencia, una herramientas para iniciar conversaciones sobre los afectos
Amar es convivir y nos atrevemos a decir que también es la base de todo. Sin unos buenos fundamentos que nos permitan disfrutar de la convivencia, probablemente no seremos capaces de respetar quiénes somos, cómo somos y aquello que queremos. Amar: diccionario para disfrutar de la convivencia es un libro- recurso que podemos utilizar en el aula a través de lecturas individualizadas, que después nos permitirán abrir coloquio para charlar de empatía, generosidad, consideración y afectos.
2. Este es mi cuerpo, un ejercicio plástico y visual
La segunda actividad que os proponemos es tan sencilla como enriquecedora. Los niños y adolescentes que participen tendrán que dibujarse en una hoja. Os recomendamos que cuanto más grande sea, mejor y que los alumnos cuenten con muchos colores. Dibujaran su cuerpo desnudo y tendrán que añadir todas aquellas particularidades que los hacen como son. pecas, manchas, cicatrices, pelos… Se trata de que a través de esta actividad plástica seamos capaces de hablar sin tabús sobre las diferencias y las imperfecciones que tanto acaban pesando durante la adolescencia. ¿El reto? La aceptación, la comprensión y la observación de tanta diferencia compartida.
3. In a Heartbeat
Durante la infancia y la adolescencia intentamos encajar (más que nunca) en aquellos colectivos y patrones que nos hacen ver como ortodoxos. Os hacemos otra propuesta, que en esta ocasión tiene forma de cortometraje. En solo cuatro minutos, In a Heartbeat transmite un mensaje de amor y aceptación para los niños y niñas que sienten que no encajan en el patrón que la sociedad les impone. Os gustará ver que este es un espacio en el que prevalece el derecho a amar, a elegir y a no tener miedo.
4. ¡Mi cuerpo es mío!
Parece una obviedad, pero que nuestro cuerpo es nuestro y solo nuestro es un mantra que deberíamos repetir a nuestros niños desde su más tierna infancia. ¡Mi cuerpo es mío! es el grito de Clara para decir que no y protegerse de los contactos desagradables. Este cuento os resultará de lo más útil para hablar sobre poner límites y prevenir contra el abuso.
5. Cine-fórum
Para terminar, os recomendamos una película perfecta para un cine-fórum. Es Tomboy (2011) de Céline Sciamma. Cuenta la historia de Laure, una niña de diez años que aprovecha su aspecto y corte de pelo para hacerse pasar por un niño cuando su familia decide mudarse a las afueras de París. La cinta es perfecta, porque hace que protagonistas y espectadores se encuentren al mismo tiempo en un juego de equívocos y situaciones comprometidas para pensar sobre género y estereotipos. Delicada y preciosa: cuando termine os gustará conversar sobre la historia.