Howard Gardner, padre de la teoría de las ‘inteligencias múltiples’ consideraba que a través de estas podía conseguir una visión más panorámica del potencial y el talento de los alumnos/as. Así pues, trabajar a través de las inteligencias múltiples solo tiene ventajas. Fíjate en estas cinco:
1. Permite desarrollar un aprendizaje más personalizado. No todos los alumnos/as son iguales. Hay que descubrir cuáles son sus habilidades y características únicas, para ayudarlos a crecer y a disfrutar de un aprendizaje de éxito.
2. Incrementa la motivación de los alumnos/as. Cuando los niños y jóvenes sienten que hacen aquello que les gusta y que por tanto, les motiva, ofrecen lo mejor de ellos mismos. Un alumno/a motivado/a se siente capaz, útil y feliz y eso es fantástico para su futuro como estudiante y profesional.
3. Hace más precisa la evaluación. Trabajar a través de las inteligencias múltiples también tiene ventajas para los docentes. Gracias a esta metodología podemos conocer mejor las fortaleza y habilidades de los alumnos/as y obtener una fotografía más acertada de cómo son y qué tenemos que hacer para continuar estimulando y potenciando su aprendizaje.
4. Sirve para aumentar su potencial. ¿De qué le puede servir a un alumno/a que tiene unas habilidades artísticas excepcionales que le exijamos horas y horas de dedicación en áreas en las cuales no es tan hábil? Mediante el aprendizaje que tiene en cuenta las inteligencias múltiples, los alumnos/as pueden potenciar su talento y desarrollar las habilidades en las cuales destacan más.
5. Transforma nuestro rol como docentes. Este modelo de aprendizaje es, por otro lado, una oportunidad excelente para transformar nuestro rol como docentes. Ya no solo somos transmisores de conocimientos. También nos podemos convertir en guías y acompañantes en el camino que llevará estos niños/as al aprendizaje para la vida.