Por todos es sabido que los cocodrilos son grandes amantes del agua. ¿Cómo es posible que exista un solo cocodrilo en el mundo que no lo pase bien zambulléndose? Pues existe, al menos en la ficción. Hoy os queremos recomendar El cocodrilo al que no le gustaba el agua, una publicación de la que seguramente habéis oído hablar. Y sino, atentos: porque os fascinará.
El cocodrilo al que no le gustaba el agua es una historia contada y dibujada por Gemma Merino, una arquitecta nacida en Cataluña que ahora vive en Londres y que en 2011 fue galardonada con el prestigioso Premio Macmillan a la Ilustración Infantil, justo cuando estaba cursando el Máster de Ilustración Infantil en la Cambridge School of Arts. Veréis que la historia es preciosa, pero las ilustraciones que la acompañan también son fascinantes.
El argumento
Como no podía ser de otra forma, el protagonista de El cocodrilo al que no le gustaba el agua es un cocodrilo. Pero, cuidado, que este es un cocodrilo bien distinto al resto de cocodrilos a los que conocemos. El protagonista de esta historia es un reptil subacuático que se siente distinto a los demás. A diferencia de sus compañeros de especie, a él no le gusta sumergirse en el agua y por eso se siente un poco mal.
Hay otras cosas que le gustan, como subirse a los árboles… pero cuando ve a sus hermanos pasarlo tan bien jugando en el agua, siente inevitablemente que es diferente. Incluso raro. No obstante, lo intenta: cree que a lo mejor le pueden llegar a gustar las mismas cosas que a los demás y se acaba sumergiendo… ¿Qué sucederá?
Un cocodrilo singular
Como muchos otros cuentos o películas que ya os hemos recomendado, este volumen hace la diferencia protagonista a través de un cocodrilo que no actúa como los demás. Un poco como pasa con las personas: cada una de nosotras es diferente, singular y única y como tales vivimos y actuamos. Pero estas diferencias, a menudo, nos hacen sufrir. Y no solo a los niños, sino también a los adultos, porque como seres sociales que somos, necesitamos sentirnos aceptados, valorados y reconocidos. Aunque esto no siempre pasa.
Por tanto, debemos dejarnos ayudar, mirarnos al espejo y aprender a valorar nuestras singularidades como oportunidades que no podemos dejar escapar.
¿Por qué os recomendamos El cocodrilo al que no le gustaba el agua?
Gemma Merino dedica este cuento a aquellas personas que todavía no han encontrado su talento oculto. Y es que, El cocodrilo al que no le gustaba el agua es, además de una historia en la que se habla de diferencia, un relato que reflexiona y hace reflexionar sobre los talentos insólitos y aquellas singularidades que hacen que las personas seamos únicas, cada una con sus particularidades.
Si recomendamos la obra de Merino es porque se trata de una pieza bella, tan singular como su personaje protagonista, que puede ayudarnos, tanto en el aula como en casa, para que los niños identifiquen sus facultades ocultas. Aquellas que a veces los hacen sentir extraños o diferentes, porque tienen almacenado un potencial increíble.
La historia os gustará, pero también las ilustraciones, que son divertidas y bonitas, y hacen de este cuento una delicia para no parar de leer y explicar.
Fitxa tècnica:
- Número de pàgines: 32
- Editorial: Picarona
- Idioma: catalán
- Encuadernación: tapa dura
- ISBN: 9788416117048
- Año de edición: 2015
- Precio: 11,40 €