En el cuento de la Sopa de piedras que explicaba el añorado Xesco Boix, la sopa la hace todo el mundo. En la historia, un soldado muerto de hambre consigue darnos una lección de solidaridad conmovedora. Y nos hace, el mismo tiempo, una pregunta para reflexionar: ¿qué ingredientes necesitamos para vivir en paz? ¡En la olla nosotros podríamos estos!
Es un valor fundamental, que nos hace tener consideración hacia los otros, teniendo en cuenta cuáles son sus condiciones, emociones, sentimientos, miedos y limitaciones para comprender, valorar y tolerar las diferencias.
Poder confiar en los demás, sea en el ámbito que sea, nos ayuda a desarrollarnos con garantías. Pero hay que tener en cuenta que la confianza – dada y recibida – es un ingrediente muy frágil. Conservarla es clave.
La paciencia es la madre de todas las ciencias, dice el refrán. Es una capacidad muy importante, imprescindible para tolerar o atravesar las circunstancias adversas. Nos hace estar en calma y aprender a esperar.
Sin tolerancia la convivencia es muy difícil; la paz, imposible. Se trata de respetar las creencias, las ideas y las prácticas de los demás cuando son diferentes de la nuestra o radicalmente contrarias.
La paz no sucede por arte de magia. La amistad es necesaria para construir una paz cierta y duradera, sin odios ni rencores. La bandera de la paz solo puede enarbolarse si antes se ha producido un abrazo fraternal.
Y para ti, ¿qué ingredientes son necesarios para vivir en paz?