Definir la felicidad no es fácil. No son pocos los teóricos que han intentado hacerlo desde la vertiente de la educación emocional. Pero no han sido los primeros. Filósofos y pensadores lo han intentado desde el inicio de los tiempos, pero lo cierto es que sus aportaciones no han cerrado el debate. La Real Academia Española define la felicidad así: Estado de grata satisfacción espiritual y física. Todo el mundo coincide, no obstante, que se trata de un estado de ánimo que no es constante y que la percepción de qué es y qué no es la felicidad es muy subjetiva de un individuo al otro.
DIENER, SUH, LUCAS y SMITH, 1999, investigadores en el campo de la Psicología Positiva resuelven que la felicidad requiere tres conceptos clave:
- Experiencias de afecto positivo frecuentes (placer, amor, alegría…)
- Experiencias de afecto negativo infrecuentes (ansiedad, tristeza, dolor…)
- Altos niveles de satisfacción vital
Aprender a ser feliz, ¿es posible?
La filósofa y escritora Elsa Punset explica en entrevistas recientes que las emociones se pueden entrenar, como podemos entrenar la inteligencia racional. No obstante, parece que hay evidencias de que conseguir una mejora en la felicidad de las personas no es del todo posible o solo lo es temporalmente. Sonja Lyubomirsky y otros científicos fundamentan esta creencia en tres premisas científicas básicas: la genética determina nuestro nivel característico de felicidad, la estabilidad de las dimensiones de la personalidad y la capacidad de adaptación hedónica, que hace que nos acostumbremos rápido a las novedades.
Actividades en el aula para aumentar el nivel de felicidad
- Un poco de ejercicio físico. Un estudio realizado por Daniel Lenders (Universidad Estatal de Arizona) concluye que para calmar la ansiedad funciona mejor el ejercicio que la relajación o la meditación. Añadid una rutina de ejercicio diaria: bailar, hacer unos cuantos saltos o estiraros.
- Abrazaros y daros las gracias. Practicar la gratitud con los demás y con nosotros mismos es un gesto fundamental para sentirnos vivos, aquí y ahora.
- Las actividades artísticas como el dibujo, la danza, el canto o la escultura pueden convertirse en excelentes fuentes de felicidad. Encontrad cuál es vuestro elemento favorito, trabajadlo y ¡disfrutad!
- Actividades al aire libre. Ahora que llega el buen tiempo, ¿por qué no salís a hacer clase de ciencias al patio? También podéis ir paseando hasta un lugar bonito e inspirador para leer un rato o hablar de las últimas lecturas que hayáis hecho. Las actividades al aire libre reducen el estrés y aportan momentos de auténtica felicidad.
Algunos recursos interesantes
Un blog sobre felicidad: La felicidad está delante
http://www.lafelicidadestadelante.com/
Ser feliz es cuestión de voluntad
http://www.rtve.es/alacarta/videos/redes/redes-ser-feliz-cuestion-voluntad/529636/