Marta, nos habla de Mindfulness en muchos ámbitos de la vida para que los adultos regulen los niveles de estrés y las emociones. Pero, ¿lo podemos aplicar también en el aula? ¿Qué beneficios puede tener para los niños y niñas?
Actualmente el Mindfulness es una revolución y diferentes investigaciones han demostrado su eficacia frente a enfermedades, trastornos psicológicos, reducción del estrés… Aunque se empezó a utilizar dentro de un contexto clínico, hoy en día se aplica a diferentes ámbitos, entre ellos el educativo.
Cada vez más, nos encontramos un incremento de alumnos con falta de atención, hiperactividad, desconcentrados, inseguros y con poco interés. La práctica del Mindfulness de manera regular aporta a los alumnos beneficios cognitivos, físicos, de desarrollo personal y relacional, ya que, por ejemplo, mejora la memoria, hace crecer la creatividad, disminuye el estrés, promueve el pensamiento positivo y la confianza en uno mismo, aumenta la resistencia a la distracción y la presión social, favorece la adquisición de habilidades sociales, entre otras.
Introducir las técnicas de Mindfulness en el aula es un reto innovador. ¿Cuáles son los resultados que podemos notar a corto y largo plazo?
En un primer momento podemos notar sobre todo una disminución del estrés y la ansiedad y un aumento de la sensación de calma. A largo plazo los beneficios de la práctica del Mindfulness son varios. Por ejemplo, como la práctica promueve el conocimiento, los alumnos trabajarán mucho el conocimiento tanto de las propias emociones como las de los demás y aprenderán a gestionarlas. Esto creará un mejor clima en el aula y una mejora de las condiciones de aprendizaje.
El Mindfulness es una experiencia que podemos compartir con los alumnos. ¿Cómo puede ayudar a los docentes?
Hoy en día los docentes estamos sometidos a altos niveles de presión que hace que puedan aparecer varias patologías como la ansiedad, la depresión o el insomnio, y esto afecta tanto al docente que lo sufre como a la calidad de la enseñanza.
La práctica regular del Mindfulness da herramientas a los docentes para hacer frente a los problemas diarios que se pueden encontrar y ayuda a mejorar su calidad de vida y su bienestar. Esto repercutirá en la relación con los estudiantes y los compañeros, hecho que favorecerá un entorno educativo óptimo y una mejora del aprendizaje.
¿Son adecuadas y útiles las técnicas de Mindfulness aplicadas en Educación Infantil? ¿Cómo puede favorecer a los niños y niñas más pequeños?
Sí que son útiles, ya que ayudan a los niños y niñas a parar, respirar y tomar consciencia de ellos mismos y de sus emociones. Además, la práctica es la clave del éxito. Por eso, cuanto antes empecemos mejor, ya que conseguiremos introducir el Mindfulness dentro de su rutina y esto aumentará su bienestar físico y psicológico. Eso sí, hay que encontrar herramientas adecuadas a la edad de los niños/as.
La incapacidad de los alumnos para concentrarse y estar atentos es una de las principales dificultades a la que hoy nos enfrentamos. ¿Cómo nos/les puede ayudar el Mindfulness?
Antes de nada hay que tener claro que el Mindfulness no es ningún remedio a las dificultades o trastornos que puedan sufrir los alumnos como el impulso de no parar, la impulsividad…, pero sí que puede ayudar a abordarlos de otra manera.
Ahora impartes el curso Mindfulness en el aula a través de Educación Docente. ¿Qué podemos encontrar y para qué nos puede ayudar como docentes?
El objetivo principal de este curso es formar a los docentes para utilizar el Mindfulness en el aula para favorecer el aprendizaje de los alumnos. Durante el curso se darán a conocer los principales beneficios de la práctica del Mindfulness tanto para los alumnos como para los propios docentes, y como esta influye en la educación emocional. A través del marco teórico y de diferentes recursos y actividades, los docentes obtendrán herramientas y estrategias para introducir esta práctica en su día a día.
¿Es fácil introducir pequeñas rutinas en el día a día? ¿Cuál es para ti la más importante o imprescindible?
Lo más importante, para empezar, es buscar un lugar adecuado y encontrar un rato al día para dedicarnos a nosotros mismos. Por ejemplo, una vez finalizado el curso que ya tendremos herramientas, podemos dedicar cada día 20 minutos a realizar una de las prácticas que se explican. Hay que darnos tiempo para poder evaluar los beneficios y sobre todo y muy importante, no juzgarnos. La práctica no es fácil, y menos al principio, no estamos acostumbrados a parar y escucharnos, esto mejora con los días. Por tanto, tenemos que ser benevolentes, reconocer que nos hemos distraído o que ha sido difícil y aceptarlo, sin juzgar.
¿Estas técnicas se pueden trasladar a las familias? ¿Cómo podemos compartirlas?
De hecho las prácticas se pueden realizar en familia, siempre buscando actividades adecuadas a la edad de los hijos y que sean motivadoras. Tenemos que pensar que nuestros hijos son un reflejo de nosotros mismos, allí donde ellos se miran, y por tanto les tenemos que proporcionar un buen ejemplo. ¡Practicar con ellos es una rutina fantástica para toda la familia!
¿Cuál es el futuro del Mindfulness en las aulas? ¿Cómo están empezando a trabajar los docentes?
Cada vez más escuelas se interesan por la práctica del Mindfulness como una herramienta para hacer frente a las dificultades de las aulas y para mejorar la educación emocional del alumnado. Pero tenemos que ser conscientes que necesitamos una formación previa para poder llevar a cabo una práctica de manera correcta y que, igual que pasa con las familias, los docentes tenemos que ser un ejemplo para nuestros alumnos. Así pues, tenemos que empezar a introducir el Mindfulness en las aulas, pero sobre todo en los claustros.