Diciembre es un mes muy especial para todos, es un mes repleto de celebraciones. La gente está llena de alegría y felicidad, en especial los niños y las niñas. Es una de sus épocas del año favoritas porque están de vacaciones, reciben regalos, pueden jugar, se reúnen con toda la familia… Pero a menudo no saben o no acaban de entender el porqué de todas estas celebraciones, el árbol de Navidad, el pesebre, las luces en las calles y demás tradiciones de esta época del año.
Por esto hemos preparado este artículo, porque aparte de lo que les expliquen en casa, es importante que en la escuela dediquemos algunas actividades para que acaben de interiorizar todos los conceptos. Podéis aprovechar para hacer algunas actividades especiales para que les sea más ameno y lo entiendan mejor.
¿Qué se celebra en Navidad?
En estas fechas se celebran dos acontecimientos importantes, con dos orígenes diferentes.
De origen histórico se celebra el solsticio de invierno, en honor al Dios del sol. Cada cultura le ha dado un nombre. Por ejemplo, los romanos lo llaman Apolo, los griegos Helios, los egipcios Horus…
De origen religioso, como muy bien sabéis y el más conocido, se conmemora el nacimiento de Jesús. Navidad quiere decir Natividad, por lo tanto celebramos el nacimiento de Cristo en Belén. Jesús es el hijo de La Virgen María y San José, con todo esto se quiere mandar un mensaje de paz, amor, unión y esperanza.
María era una mujer que amaba mucho a Dios que vivía en Nazaret, José era carpintero y se iban a casar. Un ángel les contó que María tendría un hijo que se llamaría Jesús y que sería el hijo de Dios. Para dar a luz tenían que ir a Belén.
Ambos acontecimientos son muy importantes por esto se celebran todos los años.
¿Por qué se celebra la Navidad el día 25 de diciembre?
Aunque se cree que la verdadera fecha del nacimiento de Jesús fue en abril o en mayo, se eligió el día 25 de diciembre para celebrarlo porque es una fecha especial tanto por su origen histórico como cultural.
Fueron los romanos los que empezaron a celebrar el 25 de diciembre el solsticio de invierno, por el nacimiento del Dios Apolo. En el transcurso de estas celebraciones llegaban incluso a paralizar las guerras y las actividades comerciales para intercambiarse regalos, incluso liberaban algunos esclavos.
Entonces, ¿por qué los cristianos empezaron a celebrarlo el mismo día? La respuesta es muy sencilla, los cristianos querían que los romanos se convirtieran al cristianismo de la forma más fácil posible y sin que tuvieran que abandonar sus costumbres. Por esta razón, empezaron a celebrarlo el mismo día que ellos.
En Navidad se celebra…
Celebramos el nacimiento de Jesús, recordamos que necesitamos amarnos por encima de todo, de cualquier circunstancia y permanecer unidos. Tal y como hicieron la Virgen María y San José, que a pesar de sus dificultades, no se separaron.
Damos las gracias a Dios por todo lo que nos ha dado durante el año y lo que nos dará el que está por llegar. Por esto nos reunimos en Nochebuena y el día de Navidad, para comer en familia, darnos regalos y celebrar juntos todo esto. Es la excusa perfecta para pasar tiempo en familia, recordar los valores de humildad, amor y solidaridad y mantenerse unidos.
También enviamos regalos y tarjetas navideñas a aquellas personas que nos importan, pero que no están cerca para celebrarlo con nosotros.
El pesebre y los Reyes Magos
El pesebre es la representación con figuras del lugar donde nació Jesús. Se dice que fue en un granero de camino a Belén o en sus cercanías, rodeados de paja y de animales. Por esto solemos encontrar este tipo de figuras en los pesebres.
Hasta allí se desplazaron los Reyes Magos para darle regalos. Por esto a los niños y las niñas hoy en día también se les da regalos. Es un poco más tarde (6 de enero) porque se calcula que es cuando llegaron los Reyes hasta Belén, ya que tuvieron que desplazarse en camello, guiados por una estrella.
Para contagiarnos todos de este espíritu navideño decoramos las casas y las calles con estrellas, luces y demás decoraciones.
Podéis pensar alguna actividad (leer un libro o hacer una representación) para que los niños se empapen de estos valores y acaben de entender qué celebramos y por qué.