La mayoría de lingüistas que han investigado la adquisición de una nueva lengua coinciden que la importancia de la expresión oral va más allá del aprendizaje del idioma. Jean Robin (1982) explica que esta consiste en ser capaz de enviar y recibir mensajes de manera efectiva. Para practicar esta habilidad en el aula, tenéis a vuestro alcance un montón de actividades divertidas. ¿Qué os parecen las siguientes?
- Viajamos a… Organizar un viaje no es algo fácil. Escoged una ciudad y confeccionad un recorrido por los principales monumentos y lugares de interés. Después de trabajar el contenido, podéis exponer las características del viaje al resto de los compañeros y convencerlos para que se apunten.
- ¡Vamos de compras! Se trata de una actividad de rol divertida y a la vez muy interesante para trabajar vocabulario. Haced una lista e id a comprar. Escoged la tienda y pedid al vendedor qué queréis. Si habéis escogido el papel de vendedores, vuestra función será la de atender a vuestros clientes.
- Mi oficio. Podéis confeccionar tarjetas con nombres de oficios. Estaría bien que escogieseis oficios curiosos, para hacer más divertida la actividad. Un alumno cogerá la tarjeta y se pondrá en el centro. El resto, mediante preguntas, tendrán que adivinar su oficio.
- Las noticias. Toda la clase tendrá que elaborar un programa de noticias. Podéis repartiros las diferentes secciones por parejas (economía, política, cine, sociedad…) y ayudaros de noticias reales o inventadas.
- Temas de conversación. Escribid diferentes temas de conversación en tarjetas (clima, vacaciones, ocio, música…) y escogedlos al azar. Esta actividad se puede hacer por parejas. Cambiaros las tarjetas para poder trabajar diferentes temas.
- Juguemos a espías. Se trata de una actividad sencilla, pensada por alumnos principiantes. Os inventaremos una personalidad (podéis utilizar tarjetas con algunos datos básicos) y tendréis que responder las preguntas que os haga la pareja. Al acabar, este puede explicar a toda la clase quién es su compañero de conversación utilizando la información que le haya proporcionado.
- Una receta de cocina. La cocina es siempre una actividad alentadora. Escoged diferentes recetas y explicadlas en clase como si fuerais auténticos chefs. Podéis redondear este ejercicio con una experiencia culinaria real.