Gestión del aula: planificación de una clase

Artículo de Marta Perxachs (@_moulallengua)

La gestión del aula son todas aquellas acciones y decisiones que toma el/la docente para crear un buen ambiente de trabajo. Y también para mantenerlo, que es muy importante. 

Debemos pensar que en el centro escolar pasaremos muchas horas. Probablemente pasemos más horas seguidas con nuestro alumnado que no con nuestros familiares. Así pues, ¡intentemos pasarlas de la mejor manera posible!

La gestión del aula puede hacer referencia a la planificación de la clase, a los sistemas de sanciones y recompensas (si confiamos en este sistema), al vínculo con los y las estudiantes, a la resolución de conflictos, etcétera. 

También debemos tener presente que cada vez tiene menos sentido el perfil docente como transmisor de conocimientos. Lo que sería ideal es un/a docente que facilite el aprendizaje autónomo a lo largo de la vida. En otras palabras, que fomente “personitas” con capacidad de aprendizaje y, sobre todo, que fomente el espíritu crítico

El papel de los y las docentes también debería ser de guía que gestiona las clases: que las controla, que las motiva y que las incite a un clima cordial, de respeto y productivo. Solo eso. Bien fácil, ¿no? Sin presión. 

Planificación de una clase

Empecemos por el primer punto. La planificación de una clase.

Parece algo obvio, pero no lo es tanto. Las clases deben programarse y prepararse. Y lo que es todavía más importante: debemos asumir que la programación es viva y que está sujeta a cambios. Ningún problema, nos adaptamos y tiramos hacia delante. 

Así pues, ¿qué debemos tener en cuenta para una clase? Propongo que la estructuremos en tres fases: antes, durante y después de la sesión: 

ANTES (trabajo previo) 

Primeramente, hace falta marcar los objetivos de esta sesión: ¿qué quiero que aprendan? Para llevarlo a cabo, debo tener en cuenta el punto de partida, así que puedo guiarme por un instrumento de evaluación realizado en la clase anterior, como puede ser un exit ticket

Ejemplo: Quizás tenía la intención de empezar con las oraciones subordinadas, pero gracias a esto, veo que es necesario repasar qué diferencia hay entre una oración simple y una compuesta. 

Por otro lado, hace falta conocer con qué limitaciones me puedo encontrar en esta sesión: espacio, agrupamientos, etc. 

DURANTE (Plan de trabajo)

Este plan de trabajo es el que incluye toda la sesión en sí y la podemos hacer como más nos guste. Recordemos que cada maestrillo tiene su librillo (y me atrevo a decir que nunca se debería dejar de escribir), pero os propongo tres fases dentro de la sesión lectiva: 

  • INICIO: Hay profes que tienen rutinas muy marcadas. Es el momento de hacerlas. También es recomendable iniciar las clases recordando qué se hizo en la sesión anterior y presentando una especie de orden del día. 
  • DESARROLLO: Podemos empezar con una mini lesson de unos 10-15 minutos y después pasar a la práctica. Esto dependerá mucho de la materia, la metodología que solemos seguir las clases y otros factores.
  • CIERRE: Es conveniente reservar unos minutos antes de cerrar la sesión con tal de colocar bien las mesas si hemos hecho trabajos en grupo, para valorar el trabajo que hemos hecho hoy o para aprovechar y hacer un repaso de lo que se ha trabajado.  En ningún caso podemos pretender que suene el timbre y nosotros/as todavía no hayamos acabado. 

Preferiblemente, cerremos bien la sesión. También es un buen momento para introducir lo que se hará en la siguiente clase. Así también damos un poco de hype a los estudiantes y, de alguna manera, el alumnado también vendrá más preparado.

DESPUÉS (Valoración)

Suele ser la fase que dejamos más olvidada, pero es interesante que el profesora/a haga una valoración personal de esa clase: qué ha funcionado, qué podría cambiar, qué debería tener en cuenta de cara a próximas repeticiones similares, etcétera. 

Quizás en el día a día no nos permitimos hacer un seguimiento de cada clase en un cuaderno o en una especie de memoria de aula. Quizás no, seguro, pero podemos hacer pequeñas anotaciones rápidas y sencillas. Y sino, ¡esperamos que la memoria no falle! 


En todo caso, es importante reforzar la idea de que las tareas en nuestras clases eviten la monotonía. Intentemos que no se haga aburrido, ni para el alumnado ni para nosotros mismos/as. Obviamente no podemos hacer clases súper especiales cada día de la semana a todas las horas de clase, pero si podemos poner nuestro granito de arena en la concepción de una educación mejor y diferente