Teóricamente el Blue Monday o Lunes Triste se produce cada tercer lunes de enero. El primero en hablar fue Cliff Arnall, profesor del Center for Lifelong Learning de la Universidad de Cardiff. La existencia del Blue Monday se dedujo a través de una fórmula (1/8C+(D-d) 3/8xTI MxNA) que conjuga una serie de factores por los cuales el tercer lunes de enero sería, según esta teoría, el día más deprimente del año.
La climatología. El clima, en pleno invierno, no puede jugar nunca a favor. Los días fríos y grises no contribuyen a la alegría ni la felicidad, si no la melancolía y la tristeza.
Las deudas de la cuesta de enero. Todos la sufrimos. La cuesta de enero es una de las peores pesadillas de cualquier familia. Los gastos de la Navidad hacen estragos en nuestra economía y ahora pagamos las consecuencias.
El dinero que tienes en la cuenta corriente. Y claro, después de hacer utilizado la tarjeta de crédito sin medida, ¿qué ha quedado de tu sueldo? Ver la cuenta corriente en números rojos tampoco contribuye a la felicidad.
El tiempo que ha pasado desde Navidad. Para Navidad vivimos momentos de felicidad, nos reencontramos con la familia y celebramos. En el tercer lunes de enero, todas las vivencias quedan ya muy lejanas.
Los propósitos que ya has empezado a incumplir. ¿Ir al gimnasio? ¿Ser más ordenado? ¿Empezar con la dieta? ¿Mejorar el inglés? Los teóricos dicen que en el tercer lunes de enero, la mayoría ya hemos empezado a incumplir los buenos propósitos. Y esto no nos puede hacer felices, de ninguna manera.
Y tú, ¿también estás triste en el Blue Monday?