La evaluación es una parte muy importante de la docencia, porque nos permite captar qué aprendizajes han logrado los niños/as y cuáles son los avances conseguidos. Se trata, como sabéis, de un paso fundamental para poder desarrollar un currículo de competencias y atender la diversidad del alumnado. Hoy os podemos proponer cinco actividades para evaluar a los alumnos/as que podéis aplicar en las áreas de manera tansversal.
- La prueba objetiva, por escrito. Es una de las más habituales y evalúa el reconocimiento, la memoria, la comprensión y la asociación. Se trata de evaluar los conocimientos adquiridos por los alumnos/as a través de diferentes preguntas, con la ventaja que es fácil de corregir y te permite evaluar diferentes términos a la vez. En este sentido hay que orientar bien a los alumnos/as para que la respuesta a las preguntas se ajuste a lo que pedimos. Se pueden realizar preguntas de respuesta múltiple (enunciados correctos e incorrectos, opciones de verdadero y falso…), de relacionar o de ordenación, teniendo en cuenta un determinado criterio.
- La prueba de desarrollo, por escrito. Este es un sistema de evaluación que permite a los alumnos/as hacer una exposición más libre. Como docentes podremos evaluar la adquisición de conocimientos, la comprensión, la aplicación, el análisis y la síntesis, pero también tendremos la oportunidad de analizar a fondo aspectos tan importantes como la capacidad de argumentación, la coherencia al redactar y la ortografía. Se trata de una prueba más subjetiva y la tarea de corregir es más costosa, pero es muy útil para evaluar las habilidades más importantes del alumno/a.
- La prueba con información y materiales, por escrito. Esta prueba exige al docente contar con un método de evaluación claro y el más objetivo posible. Además, sería interesante que antes de poner en marcha una evaluación de estas características, hayáis hecho al menos una de práctica en el aula. Se trata de un procedimiento muy útil para ver qué uso sabe hacer el alumno/a de la información que tiene en sus manos, así como para observar la capacidad de organización, la reflexión y la asociación de temas.
- La prueba de discusión en grupo, oral. A través de este sistema podremos evaluar diferentes estudiantes a la vez, interactuar de manera inmediata y observar cuáles son sus habilidades comunicativas y de argumentación. Es importante haber practicado antes y disponer de un sistema de evaluación ágil y conciso, además de moderar la actividad de manera que todos los alumnos/as puedan participar en igualdad de condiciones.
- Portfolio, prueba global. Y, por último, presentamos una fórmula de evaluación que permite al alumno/a exponer las diferentes actividades realizadas. Este sistema de evaluación nos gusta porque ayuda al alumno/a a adquirir autonomía y a ser más consciente de cuál ha sido la tarea que ha llevado a cabo. Él se convierte, en definitiva, en protagonista de su proceso de aprendizaje. La preparación requiere tiempo y una actitud madura por parte del alumnado.
¿Qué actividades soléis utilizar para evaluar a vuestros/as alumnos/as? Si queréis, podéis compartir vuestras experiencias en los comentarios.
Hacerle leer algún cuento o fábula pero con énfasis.
Que interprete una canción escogida por el estudiante.
Hacer que haga nudos una cuerda y luego hacerle desamarrar.
En Educación Física hacer que realice saltos con cuerda.
En Educación Física hacer que ejecute tiros al arco desde la mitad de la cancha y anote un tanto.
Hola buenas noches, yo utilice las rubricas, en donde puedo hacer una valoración con varios criterios de menor a mayor alcance, durante la lluvia de ideas inicial diariamente voy rescatando el modo de discusión de un tema y grado de conocimiento previo tal vez de otro ya visto con anterioridad, después utilizo las listas de cotejo con el fin de registrar entrega y cumplimiento de los trabajos que irán al portafolio de evidencias independientemente que lleva implícito el rescate de un criterio de avance del aprendizaje logrado.por ultimo llevare a cabo la prueba escrita en la que espero rescatar los conocimientos logrados durante las clases diarias.