Los beneficios de la práctica del yoga para adultos son ampliamente reconocidos. Incorporar esta disciplina física y espiritual en nuestra vida nos aporta forma física, flexibilidad, salud y armonía mental. Pero, ¿sabías que los niños también pueden practicarlo? Te damos algunas claves.
¿Por qué puede ser bueno?
En primer lugar, hay que decir que se trata de una práctica física y ya sabes que cualquier ejercicio suave que nos ayude a movernos puede ser beneficioso para todas la edades. En niños más inquietos o nerviosos, el yoga puede tener más beneficios, ya que ejercitan la respiración, aprenden a relajarse y a gestionar las situaciones negativas. El yoga también incide en la concentración, una habilidad que muchas veces se ve afectada por un exceso de estímulos externos negativos (televisión, móviles, tablets, videoconsolas, etcétera).
Pero nosotros todavía destacaríamos más beneficios:
- Disminuye la agresividad, ya que los niños no compiten.
- Es una práctica respetuosa, que fomenta la serenidad.
- Representan figuras de animales y eso es muy divertido.
- Favorece el pensamiento y la creatividad.
https://youtu.be/dkgSLKib1nY
¿Cuando empezar?
Si hemos practicado yoga y tenemos nociones, en el aula podemos llevar a cabo algunas dinámicas básicas que ayuden a los niños a practicar la respiración consciente. No obstante, en la red encontraréis vídeos interesantes (¡y divertidos) para empezar con algunas rutinas y posturas.
¿La recompensa? ¡Es la misma actividad!
De bien pequeños, los niños están acostumbrados a competir: tienen que ser los primeros en todo, sacar más buenas notas que nadie, superar a sus compañeros… El yoga es una práctica donde no hay vencedores ni vencidos. La recompensa es la actividad en si misma.
Hay que tener en cuenta que…
Algunas posturas pueden estar contraindicadas si el niño tiene algún problema de salud. Consultad con sus padres y haced caso de las prescripciones médicas.