Aplicar la pedagogía Montessori en casa requiere método, en el sentido que, hay que preparar el ambiente y ofrecer al niño una actitud y atención muy determinadas. A continuación, os damos cinco claves para empezar a aplicar el método Montessori en casa.
- Preparar el ambiente y respetar el orden. El ambiente tiene que estar preparado para el niño. Esto quiere decir que el mobiliario se tiene que adaptar al niño y no al revés. Los muebles, las mesas, las sillas y los diferentes utensilios tienen que estar a su altura. Esto promoverá la independencia del niño, los procesos de exploración y de aprendizaje, la libertad y la autodisciplina.
- Confiar en el niño y seguir su ritmo. Equivocarse es parte del aprendizaje. Confiar en el niño quiere decir observarlo, seguir su ritmo y adivinar sus intereses y gustos a través de la experimentación. Se trata de una manera fantástica de ayudarlo a interiorizar conocimientos.
- Apreciar la naturaleza y las cosas sencillas. El ritmo acelerado de los medios y formatos audiovisuales no dejan espacio para la exploración y la curiosidad. El contacto con la naturaleza y la estima de las pequeñas cosas ofrecen al niño un espacio abierto de libertad y la posibilidad de desarrollar la imaginación y la creatividad. Estas experiencias, además, educan en la ética del respeto hacia la naturaleza y los animales.
- Predicar con el ejemplo. Nuestro modelo de conducta es vital para el niño. Si predicamos con el ejemplo dando las gracias, compartiendo, respetando a las personas, los animales y los objetos, el pequeño irá interiorizando estas conductas como propias.
- Las consecuencias naturales. Ya hemos indicado que la pedagogía Montessori nos invita a intervenir lo mínimo posible y a no poner limitaciones al desarrollo del niño. En este sentido y en el momento de decir «no», nos limitaremos a explicar las consecuencias naturales de sus actos. Este aprendizaje le educará.
Todas estas conductas y pautas se tienen que llevar a cabo siempre dentro de un ambiente de respeto, teniendo en cuenta que el niño está aprendiendo y que se equivocará. Nuestro acompañamiento respetuoso será fundamental para ayudarlo en este proceso de autonomía, aprendizaje y libertad.