El síndrome de Asperger es un trastorno del desarrollo que se incluye dentro del espectro autista. Puede afectar a la comunicación, tanto verbal como no verbal, a la interacción social recíproca y también puede derivar en la dificultad para aceptar los cambios. A menudo, los niños y niñas con síndrome de Asperger pueden ser más inflexibles en el pensamiento y tener intereses muy concretos e incluso absorbentes.
No estamos enfermos
El síndrome de Asperger no es una enfermedad, sino una condición neurológica que empieza en la infancia y dura toda la vida.
No somos amantes de las sorpresas
Nos gustan las rutinas, también en el aula, y estar preparados si se tienen que producir cambios, como cambios de horario, vacaciones, traslados de casa…
Recordamos con más facilidad los detalles
Nuestra memoria es, sobre todo, visual-espacial. Esto hace que recordemos detalles pequeños, que vosotros no acostumbrais a retener: fechas, figuras, hechos… Esto hace que muchos seamos especialmente buenos en el campo de las ciencias o en matemáticas.
Nos interesan cosas muy concretas
Es posible que a vosotros os parezcan irrelevantes, pero hay temas que – por poco importantes que os parezcan – nos apasionan. Por eso podemos convertirnos en verdaderos expertos en un tema e ignorar otros.
¡Tenemos sentimientos!
Alerta, puede ser que nos cueste reconocer las emociones en otras personas, pero esto no significa que nosotros no tengamos. Lo que pasa es que las procesamos de una manera diferente.