Navidad

No tenemos que esperar que los demás sepan lo que pensamos. Si quieres una cosa: ¡dilo! Pídelo tantas veces como puedas y tendrás más probabilidades de conseguirlo.

No puedes saberlo todo y tenemos que dejar la vergüenza fuera para no ser un ignorante. Sino sabes una cosa, ¡pregúntalo! ¡Los niños hacen un montón de preguntas!

No tengas miedo a equivocarte. Cada error te enseña cosas nuevas. Si te lamentas no tienes tiempo de vivir. ¡Adelante!

Encuentra el lado divertido de las cosas y disfruta. Da igual si estás en el trabajo o practicando deporte, cualquier momento es único y hay que disfrutarlo.

¡Siempre nos lo podemos pasar bien! Hacer las cosas con diversión es mucho mejor. Aburrirse es aburrido.

Tienes que decir lo que sientes y lo que piensas. A veces es difícil escuchar la verdad pero así la gente confiará completamente en ti… Tal como hacen los niños, míralos a los ojos y dilo.

Da igual que no lo consigas a la primera y que te frustres. Inténtalo y al final lo conseguirás, la clave es buscar y explorar otras maneras de hacer y de pensar.

Muchos mayores se han olvidado cómo se tiene que divertir, así que no sufras. En realidad, tienen envidia porque les encantaría tirarse al suelo y ponerse perdidos de pintura.

Tenemos que conseguir que la vergüenza desaparezca, muchas veces nos limita para hacer cosas. Atrévete y olvídate de lo que pensarán los demás. Puede que no seas el que lo haga mejor pero ¡te divertirás! Un buen ejemplo es este niño: